Sin duda, todos en algún momento nos hemos planteado esta interrogante; y es que aun después de tanto tiempo y documentación disponible al respecto, todavía nos preguntamos si en realidad valdrá la pena invertir en un tratamiento de ortodoncia después de los 40 años.
Obviamente, cuando se habla de ortodoncia lo más común es pensar en el rostro de un niño con sus dientes cubiertos de pequeñas piezas metálicas; imagen que no está completamente alejada de la realidad, pero que no es más que un paradigma.
Es por ello que a continuación ampliaremos un poco más en relación a este tema, de manera que sirva como referencia y punto de partida para la prosecución de tu tratamiento.
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Ortodoncia para todas las edades
Aun cuando definitivamente la edad más conveniente para realizar el abordaje ortodóntico es durante la infancia por un aspecto fisiológico; un paciente puede iniciar tratamiento en el momento que desee hacerlo.
De hecho, existen muchos motivos por los cuales una persona puede haber retrasado la atención de sus problemas dentales durante su etapa de crecimiento y desarrollo:
- Descuido por parte de los padres.
- Falta de recursos económicos.
- Apatía del propio paciente.
- Aspectos estéticos.
- Otros…
Es por ello que el abordaje en pacientes adultos ha ido ganando forma y cada vez mayor relevancia.
Al mismo tiempo, cabe mencionar que aun cuando algunos problemas solo son posibles de corregir en edad infantil (durante el recambio dental o la etapa de desarrollo del hueso maxilar); no es menos cierto que existen alternativas para lograr resultados similares entre adultos, entre ellas la cirugía ortognática.
Rompiendo paradigmas en la atención de pacientes adultos
Los dientes torcidos no se corrigen después de tanto tiempo.
Ante este planteamiento hay que ser bien precisos con la información. Si bien es cierto que algunos problemas óseos fueron incorregibles en algún momento; también es cierto que a medida que se han logrado nuevos avances y se ha desarrollado lo que hoy conocemos como cirugía ortognática, muchos de estos casos son perfectamente solucionables.
Los brackets son anti estéticos y proporcionan un aspecto infantil.
En tanto que ésta ha sido una excusa bastante popular, es uno de los mayores mitos que pueda existir. Si bien es cierto que a muchas personas no les gusta el aspecto que ofrecen los brackets metálicos, otros los emplean sin complejos logrando los resultados esperados.
Por otro lado, hoy en día no solo existen los brackets metálicos para aplicar un tratamiento de ortodoncia; razón por la cual una persona puede perfectamente elegir entre otras alternativas los cerámicos, sublinguales y más recientemente las férulas invisibles (Invisalign).
Por mi tipo de trabajo no puedo usar brackets.
Luego se encuentra otra razón frecuente asociada a las responsabilidades de una persona que en muchos casos no deja de ser cierta en su planteamiento, pero que es totalmente manejable con los modelos disponibles en el mercado actual.
Primero tenemos los alineadores transparentes que ofrece la tecnología Invisalign como una alternativa cómoda, transparente e incluso removible; mientras que por otro lado también pueden colocarse los brackets sublinguales, los cuales se fijan en la cara interna del diente haciéndolos totalmente invisibles.
¿Qué ventajas concretas obtengo al iniciar mi ortodoncia después de los 40?
- Mejoras en el aspecto y estética de tu sonrisa; elemento importante relacionado con la imagen personal e incluso profesional de una persona.
- Proporciona mayor seguridad e incluso aumenta la autoestima del individuo.
- Favorece la salud bucal del paciente; ya que la alineación dental elimina algunos rincones en donde suele acumularse comida, propiciando la aparición de caries.
- Ayuda a preservar la integridad de las piezas dentales, evitando desgaste irregular a consecuencia de una mordida incorrecta o malposición de las piezas dentales.
- Previene el desarrollo de enfermedades en las encías (gingivitis, periodontitis).
- Serás incluso un modelo para tus propios hijos; quienes comenzarán a ver la ortodoncia de una manera responsable y como parte de su salud bucal en caso de llegar a necesitarla ellos también, lo cual sucede en muchos casos que se tornan hereditarios.
Por último, recuerda que el especialista va a procurar orientarte y tiene la respuesta precisa para muchas interrogantes que quizá no quedaron plasmadas en este artículo; pero que seguramente podrán canalizar en conjunto sin mayores contratiempos.
